- Siempre que sea posible es recomendable andar descalza por la hierba, arena de la playa, alfombras y moquetas para activar la circulación de la sangre y que el pie transpire.
- Se deben lavar los pies a diario secándolos bien, sin olvidar los espacios interdigitales, para evitar cualquier tipo de humedad excesiva y prevenir así infecciones por hongos.
- Si se usa diariamente una crema específica hidratante, aplicándola mediante un suave masaje e insistiendo en el talón, se mantendrán hidratados y suaves.
- En el caso de tener callos o durezas, es recomendable utilizar la piedra pómez, además de exfoliarlos pies cada dos o tres días.
- Es esencial emplear el calzado adecuado para cada situación (especial para practicar deporte, cómodo para andar...) y recomendable no utilizar siempre los mismos zapatos, lo ideal es alternar su uso.
En el embarazo el calzado debe ser ante todo cómodo, con tacón bajo o mediano. Se deben sustituir los modelos sintéticos que hacen sudar los pies por zapatos de piel